Una de las principales ventajas de los mazos de cables es su capacidad para agilizar las conexiones eléctricas. Al consolidar varios cables en un solo arnés, reducen la complejidad del cableado y minimizan el riesgo de error humano. Esto no solo ahorra tiempo durante la instalación, sino que también simplifica la resolución de problemas y el mantenimiento, lo que supone un ahorro de costes y una mayor fiabilidad del sistema.