Las redes de sensores inalámbricos se basan en piezas de antena compactas y energéticamente eficientes para permitir la comunicación entre los nodos de sensores. Estas redes se utilizan en aplicaciones como la monitorización medioambiental, la automatización industrial y la infraestructura inteligente. Las antenas en miniatura, como las antenas de chip y las antenas impresas, se emplean para minimizar el tamaño y el consumo de energía de los nodos sensores, lo que permite un funcionamiento duradero y una transmisión de datos fiable en redes de sensores inalámbricos.