Los conectores M están diseñados para una fácil instalación y mantenimiento. A menudo cuentan con mecanismos fáciles de usar, como conectores push-pull o snap-in, que permiten conexiones rápidas y seguras. Además, los conectores M a menudo están codificados por colores o etiquetados para una fácil identificación y alineación adecuada durante los procedimientos de instalación y mantenimiento.